Los errores más comunes en una entrevista de trabajo
Muchos puestos laborales han quedado desiertos debido al efecto paralizador de la pandemia en la economía. Por ello, quizás sea un buen momento para detenerse y reflexionar sobre cómo afrontar una futura entrevista de trabajo para volver al mercado lo antes y mejor posible.
Desde el Departamento de Bolsa de Trabajo y Emprendedores del Grupo CEF.- UDIMA se ofrecen algunos consejos para evitar los errores más comunes que se cometen en una entrevista, y así aumentar las opciones de conseguir el puesto. Entre sus filas se encuentra Lorena Cervantes. Actualmente en el área de prácticas, ha pasado varios años en el CEF.- como coordinadora de orientación laboral.
De las múltiples entrevistas que ha dirigido resuelve la primera recomendación: podemos ser nosotros mismos, pero las entrevistas hay que prepararlas. En su opinión, un guion no hace que tu entrevista sea robotizada. Podemos improvisar en algunas ocasiones, "sin desviarnos del tema", pero la preparación nos hará "estar más seguros" y destacar nuestros "puntos fuertes".
Al final, se trata de una conversación de unos 30 minutos sobre tu vida. Algo que parece fácil, pero que debe ir más allá de lo que pone en tu currículum, información que ya tiene el reclutador, comenta Cervantes. El entrevistador analizará las respuestas "para ver si encajas" en el puesto. Es decir, tratará de identificar las competencias y habilidades "que tienes gracias a tu trayectoria profesional, formativa e incluso personal".
Así que esto es como cuando presentas un proyecto ante el jefe: por mucho que sepas el contenido, "debes prepararlo" con pautas que te permitan ser "coherente" con tu discurso y no dejarnos fuera algo importante.
Una debilidad: una solución
Los nervios, muy presentes incluso en aquellas personas con una "gran trayectoria profesional", son algo que acaba surgiendo sin darnos cuenta. Los reclutadores "son conscientes" de la situación de evaluación que atraviesa el candidato, señala Cervantes. "Preparar la entrevista previamente, respirar hondo y dormir bien la noche anterior, son algunos puntos que pueden ayudarte a calmar los nervios e ir con más confianza", comenta.
Por otro lado, a veces surgen momentos en la entrevista en los que salen a colación algunas debilidades del aspirante. ¿Qué hacemos en esos casos? Pues aceptarlos y buscar una solución. "Negar las debilidades hace que el reclutador ponga en duda determinados aspectos", apunta la coordinadora, que aconseja "responder con honestidad". "Lo que necesita saber es que, aun teniendo esa debilidad, el candidato es capaz de poner una solución y superarla".
Para atravesar con éxito estos pequeños trances, Cervantes plantea que nos analicemos a nosotros mismos. La idea es que si hay que exteriorizar algunas debilidades no sean las que afecten a las tareas del puesto al que aspiramos. Tenemos que dibujar nuestros puntos flojos y ver cómo podríamos solucionarlos. Llevar una agenda para ser más organizado; adelantar 10 minutos el reloj si somos impuntuales; ver películas en otro idioma o ir a una academia para mejorar el nivel de inglés (o el idioma que sea). En suma, pensar que si "tengo una debilidad: busco la solución", resume.
Errores típicos
El error más típico en la entrevista es no conocer la compañía o el puesto al que nos estamos presentando, afirma Cervantes. Esto hace que el reclutador "se pregunte el interés real del candidato" por el puesto y por querer pertenecer a la empresa. Otros errores comunes que recoge la coordinadora son:
- Demasiada confianza. A medida que la entrevista va trascurriendo el candidato se va relajando, olvidándose un poco donde se encuentra y tomando una postura de confianza. No hay que olvidar que estás siendo evaluado, y que el exceso de confianza puede conllevar a ser arrogante.
- No realizar ninguna pregunta. Esto muestra desinterés por parte del candidato.
- Divagar sobre una respuesta o no ser coherente. Si preparamos bien la entrevista daremos una respuesta idónea. La respuesta debe ser clara y concisa, sin excederse, pues podemos decir algo que no nos posicione en un buen lugar.
- Indicar debilidades típicas y estándares. 'La perfección' es una debilidad muy socorrida para muchos, que denota que no nos hemos preparado bien la entrevista: analiza tanto el puesto como a ti.
- Desconocer lo que hay en tu currículo. En ocasiones el candidato no sabe en qué año finalizó una formación, o estuve en un puesto de trabajo. Así como también el dato proporcionado no concuerda con el que se ha indicado en el currículo. Revísalo antes de la entrevista.
- Tu objetivo no es acorde con el puesto. En ocasiones empezamos a enviar nuestra candidatura a varias ofertas, sin que nuestro objetivo vaya enfocado al puesto. Una de las preguntas más típica es “donde te ves dentro de 5 años”, si tu respuesta no va en la misma dirección que el puesto, el reclutador considerará que en el momento en que tengas la oportunidad dejarás la posición.
Vestimenta y tips rápidos
La ropa que llevamos debe ir en armonía entre quiénes somos, y la empresa y el puesto concreto al que aspiramos. "El atuendo perfecto no existe", recuerda Cervantes, y dependerá de cada puesto y organización. No obstante, sí hay "normas básicas" que debemos acatar: la vestimenta y la higiene dicen mucho de una persona.
Tanto para ropa como para maquillaje, la coordinadora apuesta por "colores neutros" y revisar que las prendas que vamos a llevar están en buen estado. Hay que estar cómodo pero "transmitir profesionalidad", por lo que recomienda "evitar aperturas pronunciadas o ropa demasiado corta". Y mejor "no excederse en adornos: menos es más".
Por último, ofrece algunos consejos personales que hacen referencia al propio CV (tenerlo bien estructurado y actualizado), o el interés que mostramos "antes, durante y después de la entrevista". Buscar información sobre la empresa, el reclutador (si lo sabemos), el director del departamento... Y también cosas útiles como conocer la ruta al lugar del encuentro, entre otras cosas para llegar al menos con 5 minutos de margen. También silenciar el móvil y no jugar con él mientras esperamos al reclutador.