¿Qué hace indispensable al asesor de empresas?
Los empresarios pueden encontrarse con dudas en un determinado momento sobre el camino que debe seguir su negocio, en qué invertir para dar el siguiente paso, expandir o no su compañía… Con tantas dudas, entra en juego el papel del asesor de empresa, un rol actualmente muy demandado en todos los sectores, ya que cuenta con la formación precisa para guiar a los empresarios según sus intereses, aportando consejos, asesoría e información justo cuando lo necesitan.
Redacción CEF.- Media
El asesor de empresas, también conocido como consultor empresarial o asesor financiero, es un profesional especializado en brindar asistencia y orientación a empresas de diferentes tamaños y sectores. Su función principal es ofrecer asesoramiento experto en áreas como finanzas, gestión, estrategia, recursos humanos, marketing y aspectos legales y fiscales (entre ellos el derecho mercantil o las últimas leyes a tener en cuenta en la toma de decisiones).
Este profesional debe contar con una serie de habilidades y conocimientos esenciales. En concreto, debe tener formación en administración de empresas, economía, finanzas, contabilidad y derecho empresarial. Sin olvidar la capacidad de comprender de manera profunda el mundo de los negocios, estando al tanto también de las últimas tendencias y desarrollos que se producen en el sector.
Además, un buen asesor de empresas debe tener una gran capacidad para adaptarse a diferentes situaciones y encontrar soluciones creativas a los desafíos empresariales. Y es que en un momento como el actual, donde los cambios son vertiginosos, los asesores deben ser flexibles y estar dispuestos a pensar de manera innovadora para encontrar soluciones efectivas.
Otra habilidad crucial para un asesor de empresas es la capacidad de comunicarse de manera efectivay trabajar en equipo. Estos profesionales suelen interactuar con una gran variedad de personas, incluidos directivos, empleados, clientes y otros asesores, por lo que es fundamental para ellos poder comunicarse de manera clara y asertiva. Además, trabajar en equipo es esencial para colaborar con otros profesionales y encontrar soluciones integrales a los problemas empresariales.
Por último, pero no menos importante, un asesor de empresas debe operar con los más altos estándares de ética profesional y responsabilidad. Al fin y al cabo, los clientes confían considerablemente en estos profesionales, no solo para tener una orientación sobre el camino que debe tomar la empresa que dirigen o en la que trabajan, sino también como un apoyo profesional para tomar decisiones trascendentales. Por ello es fundamental que actúen con integridad y transparencia en todo momento.
IA, globalización y regulación: los grandes desafíos
Los asesores de empresas afrontan una serie de desafíos en el ejercicio de sus funciones. Uno de los problemas más significativos esla resistencia al cambio. Muchas empresas, especialmente las que han operado de la misma manera durante años, pueden mostrarse reticentes a implementar nuevas estrategias o tecnologías sugeridas por los asesores. Esta resistencia puede dificultar la implementación de mejoras que son necesarias para que la empresa crezca y sea más competitiva.
Otro desafío común es la complejidad regulatoria. Las leyes y regulaciones cambian constantemente y las empresas deben cumplir con normativas locales, nacionales e internacionales. Mantenerse al día con estos cambios y garantizar que se cumplan todas las regulaciones puede ser una tarea ardua y compleja para los asesores de empresas.
La globalización añade una capa adicional de complejidad. Las empresas que operan en múltiples países deben lidiar con diferentes culturas, sistemas legales y mercados. Los asesores de empresas deben ser capaces de lidiar con estas diferencias y proporcionar asesoramiento que sea aplicable y efectivo en diversos contextos internacionales.
A esto hay que sumar la irrupción de tecnologías que están revolucionando todos los sectores, comola Inteligencia Artificial, que ofrece una serie de herramientas y soluciones capaces de mejorar significativamente la eficacia y eficiencia del asesoramiento empresarial. Por ejemplo, la IA puede analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real para proporcionar insights precisos y detallados sobre el rendimiento de una empresa, identificar patrones y prever tendencias futuras.
Estas capacidades pueden ser provechosas para los asesores de empresa (ya que cuentan con un gran volumen de datos e información), para así tomar decisiones de una manera más global, siendo asistidos por esta tecnología.
Además, existe una curva de aprendizaje asociada con la implementación y el uso efectivo de la IA. Los asesores de empresas deben estar capacitados para utilizar estas nuevas herramientas y comprender cómo integrarlas en sus prácticas de asesoramiento. Si bien esto es cierto, la Inteligencia Artificial todavía está en sus orígenes, por lo que hacen falta profesionales que sepan utilizarla, que sepan sacarle todo el partido.
Otro aspecto crítico es la gestión de la ética y la privacidad. Con el uso de la IA, surge la preocupación por la privacidad de los datos y la seguridad de la información. Los asesores de empresas deben asegurarse de que las tecnologías que utilizan cumplan con las regulaciones de privacidad y seguridad de datos.
Por todo ello, es de vital importancia formar a profesionales altamente cualificados en el ámbito de la asesoría legal para la empresa, lo cual exige también una formación complementaria en el campo económico fundamentalmente, donde destaca el Máster en Asesoría de Empresas del CEF.- Centro de Estudios Financieros. Su programa formativo ha sido diseñado para que el estudiante domine todos los conocimientos necesarios que le capaciten para realizar adecuadamente y con garantía de éxito su labor como asesor de empresa, ya sea como profesional independiente que presta sus servicios externos a la organización empresarial o como profesional integrado en cualquiera de las áreas funcionales de la empresa (asesoría jurídica, gestión económico-financiera, dirección, calidad, logística, etc...).
“Lo que más destacaría de mi experiencia es la amplitud de conocimientos que he adquirido, ya que es un máster muy completo en el que se abarcan todos los ámbitos de la asesoría de empresas: a nivel laboral, fiscal, mercantil y contable”, afirma Mª José Dauden, alumna del máster. Y añade: “A nivel profesional, el CEF.- me ha abierto muchas puertas en mi búsqueda de empleo, tanto por la calidad de la formación recibida como por su Bolsa de Trabajo".