La actitud, clave a la hora de negociar un empleo
Una buena actitud determina el éxito en la búsqueda de empleo. Las certificaciones académicas y el historial curricular son esenciales, aunque no claves a la hora de seleccionar candidatos para una primera entrevista. El éxito o fracaso del futuro aspirante al puesto laboral dependerá de su actitud durante el encuentro con el reclutador.
Redacción CEF.- Media
En un entorno en el que los candidatos suelen tener exceso de formación académica, los valores que representa un aspirante serán importantes para destacar del resto y conseguir ser el aspirante ideal.
La actitud y valores de la persona que aspira a ocupar un puesto de trabajo se vuelve un criterio esencial para decantarse por la persona que más encaja en la filosofía de la empresa y que tendrá más facilidades para adaptarse a la dinámica de trabajo de cada organización.
Los códigos de los reclutadores en una entrevista de trabajo para saber si eres la persona adecuada para el puesto laboral ofertado son diferentes en cada empresa. Cada vez son más considerados los elementos actitudinales presentes desde el primer momento en cada postulante para triunfar en una entrevista de trabajo.
Pese a que las capacidades y aptitudes siguen siendo de vital importancia a la hora de juzgar a los candidatos y seleccionar a aquellos que cumplen los mínimos de formación y experiencia, la actitud de trabajo es donde realmente se puede encontrar el factor determinante para ganar un puesto en la organización deseada.
El ajuste emocional y el estilo de trabajo adaptado al contexto profesional son vitales para la productividad del empleado. Por este motivo, los reclutadores de Recursos Humanos dan gran importancia a la actitud que muestran los aspirantes a un puesto de trabajo.
Actitudes más valoradas
Perder la oportunidad de conseguir un empleo por una mala actitud a pesar de “tenerlo todo” es posible. Por ello, la exteriorización de las actitudes mejor valoradas por los reclutadores en la entrevista de trabajo es esencial para hacer visible nuestra faceta más próxima al puesto laboral.
Motivación e interés por la empresa y el empleo son las actitudes prioritarias a exteriorizar en el momento en que comienza una entrevista. Inevitablemente, estas características personales harán que la calidad del candidato se manifieste desde el primer momento.
Por lo general, la importancia de la actitud crece a medida que el puesto laboral es más importante en el organigrama. Naturalidad, temperamento y personalidad ayudan a afrontar el objetivo de la entrevista.
Un trabajador comprometido es una persona asertiva, curiosa, amable, proactiva, con espíritu práctico y afectivo que influya en el clima positivo haciendo que la empresa pueda prosperar. Ligado a esta actitud, otra cualidad que benefician al futuro empleado es la implicación de proponer mejoras o ideas nuevas para el beneficio de la empresa.
Es en el proceso de selección donde se ponen en valor aspectos claves de tu personalidad. Del mismo modo, una comunicación receptiva, recíproca y eficiente demuestra una gran importancia a la hora de entrevistar.
Evocar la escucha activa, calma, interés, formalidad, positividad y honestidad como actitudes aptas que demuestran un profundo interés en el futuro de la empresa. En la Bolsa de Trabajo y Emprendedores pueden asesorarte en este contexto.