El Ordenamiento Jurídico Español no puede reconocer los criptoactivos como "auténtica propiedad", según un estudio
Ignacio Sánchez Gil (doctorando en la Universidad Complutense de Madrid) ha obtenido un Premio Accésit en la categoría de Derecho Civil y Mercantil en el XXXIV Premio Estudios Financieros por su trabajo La propiedad sobre activos digitales. Conocemos los detalles de la investigación reconocida en el certamen del Grupo CEF.- UDIMA.
Redacción CEF.- UDIMA
¿Podría resumir su trayectoria investigadora?
En la actualidad me encuentro inmerso en mi tesis doctoral, relativa a los distintos sistemas de representación de acciones, con especial atención a la representación en tecnologías de registros distribuidos, como las blockchain. Con anterioridad, he tratado temas relacionados con las nuevas tecnologías, como la responsabilidad de las plataformas online o las consecuencias de los ciberataques patrocinados por Estados estudiados desde la perspectiva del derecho de seguros; aunque también me he dedicado al derecho mercantil más “tradicional” (y, en particular, al derecho societario).
¿En qué consiste la investigación premiada y cuál ha sido la conclusión?
Cuando comencé a estudiar las problemáticas derivadas de los criptoactivos (bitcoin, ether, etc.), había un aspecto que no me quedaba claro del todo. La tecnología blockchain permite que estos activos, a pesar de estar representados en formatos digitales, participen de muchas de las características propias de los activos físicos, como el dinero en efectivo, o el oro. Sin embargo, encontraba ciertas fricciones a la hora de poder determinar si el derecho que los titulares de estos criptoactivos ostentaban podía catalogarse, sin más, como de auténtica propiedad. Este ha sido el punto de partida de mi trabajo, y las conclusiones, aunque son complejas, pasan por negar la idoneidad de estos criptoactivos para constituir auténticos objetos de propiedad, al menos, en nuestro Ordenamiento nacional.
¿De qué modo los resultados de la investigación pueden repercutir en la sociedad?
El estudio de las blockchain y los criptoactivos desde un enfoque jurídico es relativamente reciente (tan reciente como la tecnología misma). En este sentido, considero vital establecer unas bases teóricas firmes, que constituyan un punto de partida, y faciliten que, en el futuro, la doctrina (y también los tribunales, por supuesto) puedan dar las mejores respuestas a los retos y conflictos surgidos a raíz de los criptoactivos. No sé hasta qué punto otros autores compartirán, o no, las conclusiones de mi trabajo; sin embargo, si este sirve para llamar la atención sobre un debate que antes podía pasar más inadvertido, me sentiré sobradamente satisfecho.
¿Cuál es la situación que atraviesa, en materia de investigación y desarrollo, el área de conocimiento de la que es experto/a?
Son muchos los juristas que evitan el tema de los criptoactivos por las dificultades técnicas que los mismos llevan aparejadas. Cualquiera que haya dedicado un par de horas a tratar de entender el funcionamiento de la tecnología blockchain será consciente de que el tema dista enormemente de ser intuitivo. No obstante, en los últimos años, estamos viendo como cada vez son más los juristas que se atreven a “dar el salto”. Esto es totalmente necesario, toda vez que considero imposible encarar el problema de forma adecuada sin integrar la perspectiva de distintos tipos de agentes: ingenieros, sin duda, pero también juristas.
Me permitirán que “barra hacia casa”, pero no puedo dejar de destacar la labor que en este respecto llevan a cabo autores como mi director de tesis, el profesor Alfredo Muñoz García, quien hace un esfuerzo colosal prácticamente diario para tratar de divulgar conocimiento sobre las blockchain, haciendo que este “salto” cada vez tenga que salvar una menor distancia.
¿Cómo valora el Premio Estudios Financieros y las ayudas que comprende a la investigación?
El Premio Estudios Financieros es indudablemente el más prestigioso de su clase dentro de nuestro panorama nacional. En un mundo académico en el que cada vez se prima más la cantidad de publicaciones (en ocasiones, aunque ello suponga un detrimento en la calidad de estas), esfuerzos como el llevado a cabo desde el Grupo CEF.-UDIMA, a fin de reconocer la labor de investigadores de distintos campos, es absolutamente digno de alabanza. Cuando a ello le sumas el total anonimato del certamen, no puedes sino agradecer la oportunidad de siquiera participar en un evento así.