La confianza del opositor en uno mismo es la mitad del aprobado
El aspecto psicológico, la actitud, el estado emocional… no solo de pan vive el hombre, dijo Jesús, según refieren Mateo y Lucas, ni tampoco el opositor depende exclusivamente de la adquisición de los conocimientos previstos para convertirse en funcionario público: la fórmula es conjugar al cincuenta por cien la aptitud con la actitud.
Por Luis Miguel Belda
La directora de Oposiciones del CEF.- Centro de Estudios Financieros, Ángela de las Heras, afirma en este contexto que para el opositor es “muy importante tener confianza en uno mismo, pues en muchos casos se pierde pensando que otros están mejor preparados que uno mismo”.
Así que llega la hora de tratar de afrontar cuáles son las principales frustraciones en esta carrera de fondo para conseguir una plaza y cómo superarlas.
Para Ángela de las Heras está muy claro: A la hora de opositar hay muchas incertidumbres, eso nadie lo pone en duda. Técnicamente, cuando se empieza a opositar “se conoce un histórico, que nos ofrece muchos datos que servirán como indicadores”, pero, advierte la experta en Oposiciones, “esto no es determinante debido a que puede variar de una convocatoria a la siguiente”.
Porque sí, las convocatorias se suceden en el tiempo, pero no siempre igualan sus condiciones ni necesidades. Se desconoce, por ejemplo, el número de plazas que se convocarán, las fechas de convocatoria, para cuándo las fechas de exámenes. También cambios que puede haber en los programas y ejercicios de la oposición, que, recuerda Ángela de las Heras, “en algún caso han sido importantes”.
Pero volvemos sobre el camino andado. Todo eso, aun siendo importante, no debe hacerle olvidar al candidato que ser emocionalmente inteligente le puede ayudar y más de lo que cree. “El opositor tiene la idea de que todo lo anterior le pasa a él y a nadie más, pero tiene que pensar que eso mismo les ocurre a todos los que están en esa situación”, apunta Ángela de las Heras.
“Esto es la humanidad compartida, lo mismo que yo lo están viviendo otras personas. De ahí la importancia para el opositor de relacionarse con otros opositores, pues será quien mejor le entienda en muchísimos casos”, remata.
Así que, repetir la idea no está de más: “Muy importante es tener confianza en uno mismo, pues en muchos casos se pierde pensando que otros están mejor preparados que uno”. Y algo que semeja ser, sino clave, sí al menos ilusionante: “Hay que visualizarse en el puesto de trabajo, pues se ha elegido la preparación de una oposición para realizar un determinado trabajo y hay que verse en él, anima mucho a seguir adelante”.
Estamos de acuerdo en lo que representa el sentimiento de frustración ante un suspenso. En muchos casos, el alumno que oposita se encuentra con el primer suspenso de su vida. “Es difícil saberlo digerir bien”, reconoce Ángela de la Heras, pero, precisamente por ello “hay que tener la cabeza muy calmada y fijarse un número de años de preparación y no pasarse, pero sí que hay que saber darse una oportunidad más. Hay que trabajar el factor psicológico, pues en muchos casos la ansiedad también influye de forma negativa, es bueno vivir un poco de tensión, pero sabiendo manejarla”, concluye.