Hay que readaptar al sénior y valorar el emprendimiento para luchar contra el 'edadismo' que padece
Los sénior "tienen mucho talento" y, como el resto, "hay que saber retenerlo" si queremos ser un país "más competitivo". Así de claro lo ha expuesto Javier Laorden Ferrero, abogado y socio de honor en Cuatrecasas. Porque si no hacemos algo, pronto el saco de jubilados desaprovechados será demasiado grande. La pandemia ha acelerado las nuevas tendencias en trabajo y tecnología, pero las oportunidades están ahí. También para el sénior.
Por Alberto Orellana
Laorden ha moderado este martes la última sesión del 'I Congreso 60 y mucho+' acogido en la sede madrileña del Grupo CEF.- UDIMA hasta el próximo 9 de febrero. Cómo capacitar al sénior en el contexto digital y del teletrabajo, y cómo combatir el 'edadismo' o tendencia a "desvincularse" de los mayores de 60 en las empresas, han centrado el debate.
El modo de trabajar atraviesa un gran paradigma en la historia reciente: ya no importa dónde vivamos para buscar un puesto de trabajo. "Sólo se necesitan las habilidades y un idioma común", ha comentado Ignacio Bao, Presidente de Signium. Habla de una norma de mercado que se ha "roto": se pueden tener empleados que no se ven físicamente.
Esto se une a otro cambio de tendencia, en el que la disrupción tecnológica en servicios de gestión para empresas se diversifica. La firma alemana "SAP estima que necesitará unos 3.000 consultores formados en España", ha comentado. Es decir: "La edad deja de tener importancia, porque lo que compro es conocimiento". Una certificación que acredite que puedo aportar un servicio concreto, ha desgranado el de Signium.
AQ: Coeficiente de adaptabilidad
Según Bao, las empresas tendrán que centrarse en "readaptar las habilidades de una parte importante de su plantilla", pero que serán formaciones "cortas" -seis meses máximo-. Y permitirán "saltarnos esa barrera de la edad", unida al espacio y las habilidades concretas que tengamos, que tendrán que ir cambiando. En este punto se ha pronunciado justo antes Juan Orti, CEO-country manager Spain de American Express, que ha subrayado la necesidad de apostar por la "inclusión intergeneracional" para ser una sociedad "moderna".
Como ha explicado, vivimos una era en la que cambia el modo de trabajar y gestionar las compañías en lo que ha denominado la "'plataformización' de los negocios" (Uber, Airbnb). Es una era en la que los datos son el petróleo y la cumbre, personas que vivirán de media 100 años (hacia 2060) y encadenarán ciclos de vida (formación, trabajo, descanso), "más cortos". Por ello ha recalcado la relevancia que tiene la formación continua en habilidades blandas. La capacitación para acceder a los empleos de dentro de 10 años que no existen.
Concretamente, Orti ha hablado del término AQ o coeficiente de adaptabilidad que, según él, manejan ya en Silicon Valley. Un concepto que reflejaría esa capacidad de adaptación, la velocidad a la que se puede hacer, y que es clave para gestionar la transición por esos ciclos, y aprovechar la tecnología "para ponerla al servicio de la sociedad". "Vamos a estar cinco o seis generaciones en el mismo tejido productivo, y con tecnología", ha dicho.
"Cuestión de Estado"
Entre grandes realidades se abre otra confusión: "Cada vez es más difícil saber cuándo te consideran senior", abundaba Bao. Y, sin embargo, para muchos es un hecho que "España está en el epicentro del envejecimiento mundial", como ha señalado Francisco Mesonero. El director general de la Fundación Adecco ha puesto el acento en cómo su programa 'CEO por la diversidad’ trata de reconducir el desastre que practican muchas organizaciones, conocido como 'edadismo' o discriminación del sénior por su edad.
Debe ser prioridad en empresas y en la agenda política. Especialmente cuando la población activa de mayores de 55 años decrece progresivamente. Y más aún si las ayudas o "políticas de discriminación positiva" empiezan en los 52 años, ha desarrollado. Su programa ha servido para comprobar que, como cualquier otro, el colectivo sénior es objeto de prejuicios. "La principal barrera está en las organizaciones, y no en las personas", ha apuntado.
Por ello abogan por modificar la cultura de la organización, como un elemento más de competitividad y responsabilidad corporativa (RSC). Se trata de impulsar estrategias desde el primer nivel de la empresa, "y no sólo desde RRHH", ha matizado. Una alianza para empresas en una visión unitaria de equidad, inclusión y unidad necesarias para avanzar", ha dicho Mesonero. "El 'edadismo' tiene que ser una cuestión de Estado".
"El síndrome del jubilado"
Contra esta tendencia también hay otra vía: emprender. De hecho, para Carlos Molina el emprendimiento es "obligatorio". Además, el CEO de 50Pro ha hecho un apunte respecto al término sénior: "No sé si tendremos que pasar a ‘40Pro’ porque en las compañías vemos una filosofía de RRHH basada en el 'edadismo': sin ningún reparo realizan grandes desvinculaciones de seniors sólo por la edad". Por ello apuestan por el emprendimiento intergeneracional.
Organizan encuentros donde, como en Adecco, se produce una especie de reverse mentoring, donde la experiencia de los mayores también se nutre de la habilidad de los nativos digitales. Porque, como ha valorado Molina, cuando las empresas se centran sólo en el este perfil digital para rejuvenecer la compañía olvidan la experiencia, "algo que no se puede comprar". Ni todos los senior son inútiles con la tecnología, ni todos los jóvenes hacen lo máximo con ella, ha transmitido a través del streaming del evento.
Molina ha aclarado que se puede emprender pasados los 50, pero que requiere un "entrenamiento previo" para hacerlo "con ciertas garantías". La realidad nos empuja fuera de las empresas, donde en poco tiempo no habrá hueco para trabajar. Pero claro, "¿qué hace un senior fuera de la empresa y sin trabajo a los 50 años? Incluso con una jubilación, es indigno", ha criticado Molina en lo que ha llamado el "síndrome del jubilado". "Muchos acaban en cuadros depresivos tremendos", ha comentado; "el hombre está creado para trabajar, estar activo; también para descansar, pero ¿50 años…?".