Premio Estudios Financieros 2020. Entrevista. Primer Premio Tributación
‘Luces y sombras del Impuesto Digital’ es el título del trabajo que obtuvo un Primer Premio en la modalidad de Tributación en el Premio Estudios Financieros 2020, cuya autoría corresponde a Virginia González Burgos, graduada en Derecho y ADE, Pinsent Masons Madrid y Ubaldo González de Frutos, Especialista fiscal sénior, Banco Interamericano de Desarrollo.
¿Podrían resumirnos su trayectoria investigadora?
Para mí (Virginia) este trabajo era la primera experiencia investigadora. Surge a raíz de mi TFG, que trataba sobre este mismo tema. Tras concluirlo, Ubaldo, mi padre y mentor, me propuso que lo ampliásemos y profundizásemos en el análisis, de donde resultó el trabajo que presentamos al premio. Para mí (Ubaldo) fue un placer trabajar con Virginia en este proyecto. Llevo 30 años en el mundo de la fiscalidad, con numerosos trabajos publicados. En tiempos recientes he dedicado más tiempo a la investigación, logrando el Premio Extraordinario de Doctorado de la UCM (2019), el Premio Real Academia de Doctores de España (2017) y el propio Premio de Estudios Financieros (2018) y un áccesit (2017), pero trabajar con Virginia ha sido una experiencia nueva y fantástica.
¿En qué consiste la investigación y cuál ha sido la conclusión?
El trabajo es un análisis del Blueprint o propuesta de la OCDE para resolver los problemas de la fiscalidad de la economía digital. La investigación reconoce que los impuestos de sociedades de ámbito nacional se adecúan muy mal a la economía globalizada. Nuestra conclusión es que la propuesta de la OCDE tiene méritos muy notorios, pero también problemas muy serios, de índole política y técnica. Sobre la mesa está la búsqueda de un sistema de reparto de la soberanía tributaria sobre los beneficios de las sociedades que sea más equitativo internacionalmente, pero este es un juego de suma cero donde lo que unos países ganan, otros pierden. Está por ver si los que van a ceder capacidad fiscal prestan su consentimiento y, en tal caso, el quantum de esa concesión. En el contexto político internacional actual, el acuerdo se antoja complicado.
¿De qué modo los resultados de la investigación pueden repercutir en la sociedad?
Si las propuestas de la OCDE prosperan, habrá un incremento de los recursos fiscales para los países en desarrollo y también, a través del impuesto mínimo a las multinacionales, para los países desarrollados. Los perdedores netos serán los paraísos fiscales, ahora más conocidos como “centros de inversión”.
¿Cuál es la situación que atraviesa en materia de investigación y desarrollo el área de conocimiento de la que son expertos?
El campo de la fiscalidad internacional ha sido un tema muy atractivo durante mucho tiempo. En los años 90 se discutió sobre el problema de los flujos financieros hacia territorios amparados por el secreto bancario. Luego se popularizó el tema de la carrera a la baja en el Impuesto sobre Sociedades, con sucesivas reformas para dar competitividad internacional a los sistemas fiscales nacionales. La crisis de 2008 puso sobre la mesa las prácticas elusivas de las multinacionales, y así nació BEPS. Finalmente, la digitalización de la economía, y la cuestión de dónde hacer tributar a los gigantes digitales, ha ganado preeminencia. En realidad, todos estos temas son variaciones de una misma problemática: políticas fiscales nacionales diseñadas en origen para economías cerradas que tienen que adaptarse a la competitividad fiscal en una economía globalizada.
¿Por dónde podría avanzar la línea de investigación planteada en su trabajo?
La OCDE no ha conseguido todavía que EEUU, sede de las multinacionales tecnológicas más rentables del mundo, preste su consentimiento a esta propuesta. Si lo hiciera, el blueprint incorpora una serie de elementos de implementación de carácter multilateral (una convención multilateral sobre fiscalidad digital, paneles transnacionales de expertos) que darán lugar a muchas discusiones, técnicas y políticas. A la vez, las Naciones Unidas están proponiendo soluciones alternativas, paradójicamente de carácter unilateral, aunque más sencillas de administrar. El debate está lejos de poder declararse concluso.
¿Cómo valoran el Premio Estudios Financieros y las ayudas que comprende a la investigación?
Es un gran estímulo, emocional y monetario, para el desarrollo de la investigación académica. De ya larga tradición, sería difícil concebir el panorama de las ciencias jurídicas y económicas en España sin este mecenazgo.