Juan Padilla presenta el libro ‘Aventuras y desventuras de la razón. Historia del pensamiento occidental’
El profesor del Grupo EducativoCEF.- UDIMA, Juan Padilla, presentaba este jueves en la sede madrileña nada menos que la síntesis de 2.700 años de pensamiento. "Ideas, teorías, descubrimientos intelectuales, sistemas filosóficos, disputas interminables, críticas y contrarréplicas". Todo ello en unas "apretadas" poco más de 700 páginas para ofrecer las Aventuras y desventuras de la razón. Historia del pensamiento occidental. Un libro de consulta pero también de "dramaticidad" y compendio de la historia filosófica de occidente.
Por Alberto Orellana
Estas eran las primeras valoraciones que hacía uno de sus compañeros de mesa, Rogelio Rovira, durante el acto orquestado por la Alumni+, la asociación de antiguos alumnos del Grupo Educativo. El Catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid ponía en valor el "colosal esfuerzo de síntesis" que se aprecia en la obra de Padilla. Y resaltó las principales dificultades que ha superado de forma "sensata, original y profunda" para escribirla.
La escena estuvo a cargo del presidente de honor y fundador del Grupo CEF.- UDIMA, Roque de las Heras, quien recordó cómo el texto había nacido de los tomos que se utilizan para impartir las clases de Grados como el Grado en Historia que ofrece la Universidad UDIMA. Completaron la presentación del monográfico Juan Pablo Fusi, Académico de la Real Academia de la Historia, y Helio Carpintero, académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Un libro que no es sólo una historia de la filosofía, comentaba su autor, sino que aúna desde una perspectiva más amplia su relación con la ciencia y la religión. Una "modesta aportación" ante la escasez de este enfoque en las librerías, señaló. El doctor en filosofía comentó que no quería reducir los sistemas de pensamiento a eso, a sistemas, sino mostrar "cómo surgen a partir de un individuo, el entorno, incluso la personalidad...".
Se trata de una obra que busca ser "de consulta" sí, pero también está pensada para ser leída de principio a fin, para no perder esa dramaticidad comentada por Rovira. Un manual de filosofía "escrito para no filósofos" o expertos en la materia, por lo que "da pocas cosas por supuestas", abundaba Padilla.
Filosofía: de la naturaleza al protagonista
Para hacer honor al trabajo de Padilla, el Catedrático de la Complutense abrió la sesión desgranando los grandes escollos que el autor ha tenido que superar en su periplo literario. El primero, "la naturaleza del saber". ¿El saber es histórico o filosófico? Para Rovira, como para el resto de ponentes, estaba claro que "hay que saber de ambas". El saber histórico es un conocimiento enriquecedor para otras disciplinas, pero el que aspira a ser filósofo no puede prescindir de la historia, aseveró.
"No cabe hacer una historia a priori de la filosofía como pretendía Kant". Pero tampoco cabe aquella que no esté puesta al servicio de la "sistematicidad del pensar". Y Padilla, afirmó, ha conjugado "con maestría" ambos extremos: hay datos históricos y fuentes fidedignas, pero también orienta la historia a la formación filosófica. Es decir, Padilla enseña filosofía, pero no puede hacerse "sin filosofar, sin enseñar a la vez a pensar".
El segundo problema que Rovira percibe superado es la relación de la filosofía con esas dos historias "no yuxtapuestas" que diría después el propio autor: la ciencia y la fe o religión. Con ellas mantiene relaciones mutuas, como intenta reflejar el propio subtítulo del libro. La tercera prueba ha sido el desarrollo en sí de la historia de la filosofía, pues Rovira recuerda que esta "no es lineal o temporal". "Lo último pensado no es por ello lo mejor".
El título (aventuras y desventuras) demuestra que Padilla conoce bien el fenómeno que caracteriza esta historia concreta, que habla de "innovación y arcaísmos". Vueltas y anticipaciones a unos u otros autores a veces con siglos de diferencia. Padilla atiende la cronología pero sin desentenderse de esta particularidad, defendió Rovira.
Por último, los protagonistas. "Los verdaderos", matizó Rovira. ¿Quiénes son? ¿Los filósofos y pensadores, o las tendencias y creencias asentadas? El prólogo nos lo aclara: lo decisivo son las creencias de la época, pero estas sólo se observan y comprenden "encarnadas en los individuos". Las descripciones, el uso de términos como "clima espiritual" de cada momento y fieles exposiciones del pensamiento de los grandes filósofos, avalan este aspecto.
"Amplitud cronológica y análisis certero"
Por su parte, el académico Juan Pablo Fusi dio unas pinceladas de lo que para él, como historiador, tiene de interesante y útil el texto de Padilla. Además remarcó, en esa relación historia (política, social) y filosofía, la importancia que tiene esta última para los historiadores. "El historiador general debe conocer [como tantas otras], la trayectoria de la intelectualidad filosófica. En algunos casos es absolutamente esencial, como ocurre en el mundo griego".
Fusi alabó especialmente las aproximaciones a las ciencias y la religión, así como la "amplitud cronológica" pero el "análisis certero, claro y estimulante" que plantea el autor. Elementos de la historia pero con un trasfondo filosófico "evidente" no faltan en la obra: la razón histórica de Ortega y Gasset; la crisis histórica, como crisis "de la visión del mundo", los cambios históricos y sus rasgos de "lógica", "inevitabilidad" o "memoria del mal".
Y también ese elemento biográfico, los protagonistas que decía Rovira. Esa individualidad fundamental para la historia. "Da tranquilidad tener este libro para acudir a consultarlo", resumió el académico.
¿Dónde estamos?
El último en hablar antes del autor fue Helio Carpintero, ex vicerrector de la UDIMA, en el Doctorado, y tutor de la tesis de Padilla. Como mentor del autor en no pocos aspectos, el académico de ciencias morales y políticas dio una de cal y otra de arena. Por una parte, el libro plasma para él el conocimiento "profundo y entrañable" de Padilla.
El texto resume tres volúmenes anteriores, como resultado de su "larga meditación y trabajo" desde que llegó como profesor a UDIMA. Y donde no sólo ha reflexionado sobre cosas sabidas, sino también sobre "la propia idea del pensamiento filosófico", por la que Padilla tiene "una enorme vocación", destacó Carpintero.
El trabajo literario del autor nos sitúa en las ideas del mundo que empiezan en Grecia, pasan por Roma, llegan a Europa y después se transforman y generalizan. Y donde la razón es "esencial", dijo Carpintero, pues nos permite situar la realidad en el contexto global o marco general de nuestra vida, y ha hecho posible el mundo de la técnica. "Esa razón nos importa a todos, incluso a los que no saben que les importa, pues es la base de nuestro desarrollo y horizonte de existencia".
Ya hacia el final de su intervención fue, sin embargo, donde nuevamente el profesor aprieta al alumno, al sentir "inquietud" con el cierre del libro. Y es que, según dijo Carpintero, las últimas páginas nos llevan al presente de la filosofía, pero se trata de una filosofía "débil, posmoderna". Es "la crítica de todo lo anterior", señaló. Por ello instó a Padilla a elaborar algunos folios más y tratar de responder del todo a la pregunta "¿dónde estamos?".
Es decir, en qué punto cree Padilla que está el pensamiento occidental ahora, y "desde qué perspectiva vemos a dónde nos dirigimos". A la pregunta no, pero sí a la crítica, respondió con claridad el propio autor. El doctor señaló que ese final estaba sin escarbar de forma "deliberada". El escarmiento "en cabezas ajenas" había surtido efecto.
Desventuras
Padilla explicó que esbozar cuál es la corriente actual era algo "arriesgado" y para lo que no se sentía capacitado para que quedase "bien". Los capítulos finales de otras obras pecan precisamente de intentarlo y presentan apartados "mal hechos". "Me gustaría ser el filósofo que crease ese pensamiento para poder escribirlo, aún no he desesperado".
Además aseguró que hay otro problema superado que sumaría a la lista de Rovira: la selección del canon. Qué es lo importante. Padilla dijo haber jugado con dos aspectos principales. Por una lado, lo que él considera que vale la pena estudiar (filósofos cuyo pensamiento no ha caducado). Y por otro, aquellas corrientes y pensadores que "no recomendaría, pero que fueron importantísimos", como Herbert Spencer.
"Por supuesto hablo de Platón, Aristóteles... pero a mi manera. En eso consiste la filosofía: hacer tuyo el pensamiento de otros. Eso ofrezco, una apropiación personal de la historia de la filosofía, pues no podría hacerse de otra manera".
Por último, explicó el porqué de titular con el término 'desventuras'. "La historia del pensamiento no creo que sea una historia sólo de progreso. Hay aventuras, unas salen bien y otras mal". Habló de los "siglos oscuros" de la Edad Media y épocas complejas para la filosofía. Algunas ya han pasado, como a finales del siglo XIX. Pero quizás vivamos en otra. "Estamos en una época deslucida. Necesitamos un poco más de ventura para la filosofía".