Suspender una oposición aún puede ser una opción
Superando la adversidad: Convertir un suspenso en una oportunidad. Sí, como suena. En la vida, tanto los éxitos como los errores son inevitables. La manera de afrontar estos últimos y aprovecharlos al máximo puede resultar frustrante en ocasiones. Como bien decía Charles Chaplin, "no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme", pues los errores nos brindan la oportunidad de aprender y crecer, permitiéndonos aplicar este conocimiento en situaciones futuras.
Redacción CEF.- Media
Cuando se obtiene un suspenso en una oposición, es importante verlo como una oportunidad para mejorar. La clave radica en mantener la tranquilidad, realizar un análisis realista y ser firme en la aplicación de soluciones.
Prepararse para una oposición requiere de mucho tiempo y esfuerzo, por lo que recibir un resultado negativo puede ser desagradable para el aspirante. Asimilar esta decepción sin dejarse llevar por el malestar es un desafío inevitable. Sin embargo, hay algunas pautas que pueden ayudar a superar esta situación.
La primera clave para superar un suspenso es relativizar la situación, aprender de los errores y compartir las emociones con otros. Es importante entender que este suspenso forma parte del proceso de opositar y puede ser una oportunidad para sacarle provecho.
A pesar de que un suspenso puede ser devastador después de tantas horas de estudio, no es el fin del mundo. Se pueden aprender lecciones valiosas de los errores y volver a presentarse en la próxima convocatoria. Los motivos que llevaron al suspenso son fundamentales para prepararse mejor en el futuro.
Hablar y compartir las emociones, sentimientos y frustraciones con personas de confianza puede ser de gran ayuda en el proceso de recuperación. Cumplir un sueño implica lucha y entrega, por lo que suspender una oposición no debe considerarse un motivo para abandonar, sino una oportunidad para levantarse y continuar.
Desdramatizar la situación y descubrir las razones detrás del suspenso son claves para transformar el fracaso en una oportunidad de crecimiento. Cada persona puede tener motivos diferentes para no haber alcanzado el objetivo, como estrés, ansiedad, exceso de estudio o nervios durante el examen, que bloquean la capacidad racional del cerebro.
Es fundamental afrontar la situación sin dramatizar, evitando caer en estados anímicos negativos. Para superar esta etapa, se debe trabajar en la motivación, emplear distintas técnicas de estudio y aprender a gestionar el estrés y la ansiedad. La falta de tolerancia a la frustración y el enfoque en pensamientos negativos que no se ajustan a la realidad solo dificultarán el proceso de recuperación.
La motivación y la relajación son elementos clave para superar esta fase del suspenso. Un diálogo interno positivo, valorar el esfuerzo y el tiempo dedicado al estudio, así como las dificultades superadas durante el proceso, son esenciales para mantener una actitud constructiva.
Convertir el error en una oportunidad es la tercera fase del proceso. Además de cuestionarse el porqué del suspenso, es crucial analizar qué salió mal y qué se puede hacer para corregirlo. El apoyo de la familia y asumir la responsabilidad son fundamentales en esta etapa, pues contar con una buena compañía puede resultar terapéutico.
Es importante recordar que suspender una oposición no significa abandonar definitivamente. La probabilidad de volver a presentarse y obtener un resultado diferente es una opción acertada. Además, esta experiencia también brinda la oportunidad de crecimiento personal, demostrando la fortaleza, constancia, capacidad de sacrificio y sabiduría de cada individuo.
En el CEF.- Centro de Estudios Financieros, además de preparar a los futuros opositores para conseguir su plaza de empleo público también se les adiestra en gestionar los reveses, que, como se ha apuntado, son una fuente impagable de segundas oportunidades.