Fortaleza, disciplina férrea y una gran capacidad de trabajo: las 3 claves de la educación online
Antes del confinamiento para prevenir la expansión del coronavirus, la formación online ya era una opción consolidada para los que tenían dificultades de adaptarse al sistema presencial. A pesar de ello, tanto estudiantes de todos los niveles educativos como futuros opositores cuyo sistema de aprendizaje era presencial, tuvieron que abandonar sus centros formativos y aprender desde casa.
Por Rocío González
Aunque el período de estado de alarma facilitó la transición de la educación presencial a la educación a distancia y la implementación de herramientas nuevas para la educación, hay que ser conscientes de que requirió un esfuerzo extra. No obstante, muchas personas supieron aprovechar el confinamiento como una buena ocasión para formarse y adquirir conocimientos que mejoren sus posibilidades laborales o conseguir un nuevo trabajo.
La parte positiva de esta transición es que los recursos y herramientas adquiridos se han podido implantar tras concluir el confinamiento y para ello, Ángela de las Heras, coordinadora general de Oposiciones del CEF.- Centro de Estudios Financieros y el profesor del Grado en Educación de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA Julián Roa nos trasladan la mejor manera de afrontar este nuevo tiempo estudiando desde casa y así sacarle mayor partido al formato digital, mientras que Eva Izquierdo Sotorrío, profesora del Grado en Psicología de la Universidad UDIMA, nos recomienda algunas condiciones psicológicas adecuadas para afrontar el estudio de forma virtual.
Fortaleza, disciplina férrea y capacidad de trabajo claves para conseguir el objetivo
Para sacarle partido a la educación online, “fortaleza, disciplina férrea y una gran capacidad de trabajo son las cualidades que permitirá al alumnos cumplir día tras día con la jornada de estudio que él mismo se ha propuesto”, afirma Ángela de las Heras. No hay que olvidar que la perseverancia y tesón son fundamentales para estudiar con más animo para seguir adelante con el proyecto propuesto y saber las razones por las cuales quieres aprender online o, en el caso de los opositores, afrontar la incertidumbre y pertenecer al Cuerpo de la Oposición deseado.
“Autonomía y partir de unos objetivos realistas ajustados a la situación actual es la clave para sacarle provecho a la formación online”, señala Ángela de las Heras. Esto significa planificar lo que se realizará cada día, cada semana y cada mes, y darles seguimiento.
Un plan de trabajo semanal y el establecimiento de una rutina diaria es una de las estrategias que más ayudan a adaptarse a un confinamiento o a una alteración importante de los hábitos. “Esta planificación requiere la contemplación, tanto del tiempo de trabajo como el de estudio, descanso, autocuidado, ocio y social”, añade por su parte Eva Izquierdo.
Organizar bien: planificar, marcar objetivos diarios y darles seguimiento
Estudiar online aporta beneficios para el estudiante, tales como la autodisciplina, autoorganización y planificación de tiempo. Asimismo, “planificar espacios para las distintas asignaturas ayuda a controlar el tiempo interno, favoreciendo la sensación de avance”, aclara Julián Roa.
Los expertos como Roa e Izquierdo coinciden en que “es importante escoger un lugar más adecuado del que se disponga para estudiar online”. Que esté libre de ruidos, distracciones y que cuente con buena iluminación natural podrá ayudar a mejorar la concentración. Hay que crear un entorno propicio y facilitador con tranquilidad, comodidad y libre de distractores externos (móvil, radio, televisión), así como internos (sensaciones, emociones y pensamientos).
Una vez definidos planificación y horarios, hay que priorizar las actividades diarias. Puede resultar útil crear una lista de los trabajos que se deben entregar o las actividades a realizar, y así evitar pendientes. En esta tarea es recomendable marcar objetivos muy concretos y asumibles a corto plazo, es decir, que sean lo más realistas posible de acuerdo con las circunstancias de cada alumno o alumna. Dentro de estas rutinas diarias son esenciales vestirse y asearse para empezar el estudio online.
“La soledad es un gran peligro para el estudio online” indica Roa, por lo que es necesario participar en grupos, utilizar los foros y mantener contacto con los compañeros y profesores para así evitar el peligro de sentirte solo.
No hay que olvidarse en esta planificación del tiempo de ocio, imprescindible para el descanso del cuerpo y de la mente, sin descuidar los aspectos sociales. La tecnología actual nos ofrece la posibilidad de dedicar un tiempo a cantar, tocar un instrumento, hacer manualidades, etc.
Concentración y actividad física imprescindible para el bienestar psicológico
Cuando te sientas cansado o bloqueado en una tarea, es importante “planificar las pausas que se realizarán durante el tiempo de estudio , ya que el cerebro solo logra concentrarse durante un periodo de tiempo limitado”, añade la psicóloga Izquierdo. Para favorecer la concentración puedes realizar una serie de ejercicios de unos 10 minutos por cada hora de estudio como realizar respiraciones lentas y centrar la atención en ella, por ejemplo.
“La realización de actividad física moderada y una alimentación adecuada favorece un mejor funcionamiento físico y mental”, indica Izquierdo. Tener un descanso de dos días a la semana “evita tener la sensación del día de la marmota” por eso, facilitar el ejercicio diario y favorecer el descanso es imprescindible para el estudio.
Asimismo, el aporte de todos los nutrientes necesarios es indispensable para tener energía física y que nuestras capacidades cognitivas sean adecuadas. Comer adecuadamente nutre cuerpo y mente y reduce los niveles de ansiedad y depresión, además de aportar un mayor bienestar psicológico.
Reducir y gestionar los distractores internos
Miedo, frustración, incertidumbre o desorientación son algunas de las emociones que algunos de estos alumnos pueden llevarlos a un malestar y afectar al rendimiento académico. Aceptación y técnicas de gestión emocional son algunas de las recomendaciones para favorecer estas emociones, como evitar la sobreinformación, escuchar música, meditar, hacer yoga o apoyarse en la familia.
En este sentido, Ángela de las Heras, recomienda a los opositores “normalidad y realidad” para poder manejar el momento actual siendo lo más realistas posibles evitando estar conectado a las noticias y sabiendo racionalizar. El sentimiento de frustración tras el suspenso en unas oposiciones es un factor psicológico que hay que trabajar, pues cuando aparece la ansiedad es necesario saber manejarla.
Rara vez, los estudiantes u opositores pueden carecer de capacidades relativas a la autonomía, la gestión de emociones y de trabajo hacia un objetivo concretos. Lo que se recomienda en estos casos es una planificación previa de los objetivos que quieren alcanzar y evitar distracciones durante el estudio como es la continua consulta de redes sociales.
Los opositores encuentran en la vocación, promoción o proyección profesional el objeto de su motivación .
El opositor es su propio jefe y él mismo valorará, a lo largo de la preparación, las horas que necesitará estudiar, así como el método de trabajo que utilizará y las vacaciones que llegará a tener. Igualmente, para este grupo de estudiantes es necesario tener confianza en uno y visualizarse en el puesto de trabajo para conseguir avanzar. Una vez que este colectivo accede al Cuerpo, la motivación es diferente entre las que destacan la vocación, proyección profesional, importante dentro de la Administración, tanto nacional como internacional, y promoción horizontal y vertical dentro de una organización.
Irremediablemente, hay que destacar que opositar también requiere de una resistencia física y mental por el número de horas que se está haciendo un examen, entre 5 o 6, y de forma escrita, algo a lo actualmente los alumnos no están acostumbrados por la transformación digital de la década actual.