¿Puedes ser un contable más eficiente que un robot?
El Grupo CEF.- UDIMA, integrado por el Centro de Estudios Financieros y la Universidad a Distancia de Madrid, ha elaborado una serie de puntos para explicar los motivos por los que, a juicio de los expertos, los profesionales de contabilidad no podrán ser sustituidos por robots de momento.
Para José Ramón Fernández de la Cigoña, editor de contenidos del Grupo CEF.- UDIMA y experto que elabora estos puntos “En un contexto en el que hablar de sustitución de personas por robots, disrupción digital, internet de las cosas, realidad virtual, robotización, inteligencia artificial, etc., está de moda, romper una lanza en favor de las personas, su buen hacer, su inteligencia humana, sus emociones, su pasión por desarrollarse profesionalmente y hacer un buen trabajo parece un poco arriesgado”.
Pero a esto añade “me atrevo a afirmar que, aunque todo esto pueda afectar a la profesión contable, el cambio no será radical. La profesión se adaptará, aunque haya cosas que cambien, y la profesión contable perdurará por lo menos durante unas cuantas décadas más”.
¿Cuáles son los factores que dificultan la sustitución de los contables por máquinas/robots?
1.- Cambios de legislación: Es una profesión que sufre continuos cambios en su normativa y legislación, por lo que los robots deberían tener que adaptarse a esos cambios con una cierta celeridad, algo aunque no imposible bastante complicado.
2.- El manejo de los programas y sistemas que se emplean en contabilidad requieren de la revisión de un administrativo y contable: Aunque estos programas de comunicación permiten intercambiar cualquier tipo de documento de forma electrónica en un formato normalizado (pedidos, albaranes, facturas, inventarios, catálogos de precios, etc.) se requiere que, entre los sistemas de quienes intervienen en una relación comercial, siempre haya individuos que controlen estas transacciones, facilitando de esta manera el registro contable de las operaciones.
3.- Gran variedad de formatos y documentos: La diversidad actual en los formatos de los documentos contables dificulta la estandarización de las transacciones y su tratamiento digital. Los sistemas de digitalización y workflows de aprobación de facturas, si bien han ido mejorando, necesitan en muchos casos la experiencia humana para solventar los problemas que puedan surgir.
4.- Automatización de tarea: Si es complicado que nos pongamos de acuerdo para la mayoría de los temas, ¿nos vamos a poner de acuerdo en todo lo necesario para que las máquinas sustituyan a los contables? Quizás en algunas transacciones como los formatos para la importación de extractos bancarios se haya avanzado, pero no parece que se vaya a producir un cambio radical muy a corto plazo. La realidad es que la automatización de determinadas tareas contables, si bien es una realidad en grandes corporaciones, tardará en llegar a las pymes.
5.- Pérdida del control contable: Si un robot consiguiera automatizar todas las tareas contables y dar un resultado no manipulable, tanto los gerentes como determinados mandos intermedios perderían el control de las cuentas perdiendo la capacidad de cuestionar la información que se obtiene.
6.- Las reuniones de seguimiento: Los humanos tienen la necesidad de relacionarse con otras personas. Las nuevas tecnologías puedan cambiar la forma de trabajar y de relacionarnos, pero parece un escenario un poco gris, aquel en el que el gerente se reúna con sus robots para ver las cuentas de la empresa.
7.- Optimizar costes: Si bien organismos como la Agencia Tributaria tienen potestad para legislar sobre los plazos de presentación de impuestos, en los que se debe tener cerrada la contabilidad, la realidad es que muchas veces hay un trabajo detrás de recopilación de información, seguimiento de los datos que faltan, etc. Todo esto, si bien se podría automatizar, puede resultar complicado y costoso. Se debe, por lo tanto, también analizar el coste y el beneficio de determinadas tareas contables.