Los ERTE, mecanismo indispensable para evitar la destrucción generalizada de empleo
De esto no le cabe duda alguna al profesor del CEF.- Centro de Estudios Financieros y de la Universidad UDIMA, Gonzalo Núñez Sarompas, quien recuerda que salva empleos tanto en situaciones concretas y localizadas de crisis económica en empresas o sectores, como sucedió durante la crisis de 2008 como en el caso actual motivado por la Covid-19.
Redacción CEF.- Media
Este especialista en el ámbito Laboral, del que imparte docencia, por ejemplo, en el Máster Universitario en Asesoría Jurídico-Laboral, recuerda, en primer lugar, que los ERTE son una herramienta de uso en otros países de nuestro entorno.
Explica que estas medidas de suspensión de contratos o reducción de jornadas, pasando el trabajador a percibir desempleo total o parcial, aunque cubran solo en parte la pérdida de ingresos, “sí alivian la situación de los trabajadores, al tiempo que liberan temporalmente a las empresas del coste salarial e, incluso, de la Seguridad Social”. Incluso las empresas más grandes o saneadas complementan parte de la prestación por desempleo, apunta.
En el caso español, los ERTE de fuerza mayor se mantienen con sus medidas asociadas para las empresas, si bien no todas, hasta el 31 de mayo, prórroga fruto del acuerdo alcanzado en su momento entre los agentes sociales y el Gobierno.
Ahora bien, advierte el profesor Núñez Sarompas, “estas son medidas temporales y de urgencia que no son sostenibles a medio plazo, ya que suponen un coste muy alto para el Estado. Al respecto, se estiman unos 35.000 millones solo de marzo a diciembre pasado.
Con todo, con este panorama “es muy posible que pese a los mecanismos de ayuda, no solo exoneraciones de cuotas sino financiación "blanda" del ICO y otras actuaciones como las relativas a los alquileres de locales, y suspensión de contratos o reducción de jornada, no sean suficientes para empresas que previamente al Covid-19 ya estaban en situación delicada o que no cuentan con el ‘músculo’ financiero (caja y recursos propios) para sostener una situación prolongada en el tiempo”, enjuicia el profesor Núñez Sarompas.
Por tanto, prosigue, parece “bastante probable” que, según las medidas se vayan desactivando, se incrementarán “rápidamente” los despidos y extinciones en pymes, las cuales, además, para conservar las exoneraciones vienen actualmente obligadas a no despedir durante 6 meses a trabajadores que hayan tenido su contrato suspendido o su jornada reducida.