¿Cómo actuar ante un conflicto en la empresa?
El Grupo CEF.- UDIMA, integrado por el Centro de Estudios Financieros (CEF.-) y la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), ha publicado una serie de consejos con el fin de que puedan ser tenidos en cuenta por las personas que estén implicadas en un conflicto laboral.
En las empresas hay muchos factores que pueden hacer saltar la chispa y desembocar en un conflicto, no sólo entre los propios empleados sino también entre estos y sus superiores. De la manera en la que se afronten estos malentendidos y cómo se resuelvan dependerá el buen funcionamiento de la empresa, los equipos de trabajo y la productividad.
Según José Ramón Fernández de la Cigoña, especialista administrativo y financiero y editor de los blogs del CEF.-, “si los conflictos sin resolver se enquistan, los empleados se desaniman, la empresa merma su rentabilidad y la competencia puede aprovecharse, bien llevándose a los mejores empleados o simplemente beneficiándose de la autodestrucción interna que generan determinados conflictos dentro de las organizaciones”.
Pautas a seguir para solucionar un conflicto o por lo menos no agravarlo.
- Mantener una comunicación fluida, clara y sincera: Fomentar el diálogo y la confianza entre las personas de una organización es esencial para que los problemas se traten lo antes posible y así se pueda mediar entre las partes y solucionarlo lo antes posible.
- Aislar el conflicto: Las disputas es mejor que se solucionen en privado evitando, en la medida de lo posible, que se extiendan y afecten a personas no implicadas. Lo ideal es que los protagonistas del conflicto se reúnan junto a un mediador, que cada parte exponga su punto de vista para intentar encontrar puntos en común.
- Evitar culpar al mensajero: La persona que advierte de un conflicto no tiene porqué “pagar los platos rotos”. Si se desata la ira sobre el que destapa un conflicto, difícilmente volverá a advertir de los problemas que detecte.
- Neutralizar a los trabajadores tóxicos: Su principal misión es crear problemas. Por eso, tenerlos localizados y reaccionar a tiempo será primordial para que los malos entendidos no sean una constante y vengan siempre generados por estas personas.
- Puede ser una buena oportunidad para aprender: Aunque sobre el papel y en caliente las crisis siempre las vemos como algo negativo y preocupante, es conveniente mirarlas un poco desde fuera y verlas como una posible oportunidad para mejorar los procesos, las relaciones y mejorar las vías de comunicación entre los distintos agentes de la empresa.
- Realizar concesiones: Cuando hay dos posturas enfrentadas, alguna de las partes, o ambas, tienen que estar dispuestas a ceder un poco en sus posturas ya que si no difícilmente se solucionará el conflicto.
- Practicar la escucha activa: No escuchar es un defecto del que adolece mucha gente. Saber escuchar es tan importante como saber expresarse. Para poder llegar a algún entendimiento y solucionar un problema es importantísimo escuchar los argumentos del contrario, sólo así mediante la escucha activa, se podrá encontrar dónde reside el conflicto.
- Aceptar que puede existir distintos puntos de vista: En ocasiones vemos problemas donde no los hay. Las discrepancias que pueden surgir a la hora de enfrentarnos a una cosa, en la mayoría de los casos son eso, distintos puntos de vista. Aceptar estas diferencias y no verlas como un obstáculo hará que no perdamos el tiempo en males innecesarios.
- Alcanzar acuerdos: Buscar y proponer posibles soluciones que satisfagan a todas las partes es la vía más sencilla de acabar con un conflicto. En ocasiones puede ser una buena solución dejarlo todo plasmado en un papel para que todo el mundo tenga claro el acuerdo al que se ha llegado.