CEF.-, un método "integral" y "personalizado" para afrontar el "momento idóneo" para opositar
El escenario para la Administración Pública es claro: la generación del Baby Boom comienza a jubilarse, y hay muchos cuerpos de funcionarios que apenas cubren el 50% de las plazas ofertadas (cerca de 40.000 en la última OEP). Conocedores esta situación, el centro preparador de oposiciones CEF.- Centro de Estudios Financieros busca estrechar lazos con los que serán (por la cuenta que nos trae) los próximos trabajadores de la empresa más grande del país. En esta misión, el CEF.- participó en el LIII Congreso Nacional de Representantes de estudiantes, celebrado en la Universidad de Alcalá de Henares (27 febrero - 3 marzo).
Redacción CEF.- Media
Organizado por la AEALCEE (Asociación Española de Alumnos de Ciencias Económicas y Empresariales), el centro preparador patrocinó una de las mesas de debate para trasladar un mensaje de "tranquilidad" sobre la oposición. Porque aunque sea duro se puede aprobar, y porque ahora mismo "hay muchas plazas que no se llegan a cubrir", recordaba el moderador de la mesa, José Enrique Jiménez (director de marketing del Grupo CEF.- UDIMA).
Para animar a considerar esta vía profesional de servicio público, le acompañaron (en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la universidad) buenos conocedores del mercado de empleo público, como Pedro González, jefe de estudios de Oposiciones del CEF.-; Y para reforzar ese mensaje de forma honesta, la pregunta que había que hacer delante de los alumnos era evidente: ¿es buen momento para opositar?¿Hace falta gente nueva en la Administración Pública? "Sí, la Administración debe captar talento", respondía González. "Es el momento de opositar. No tiene nada que ver el opositor decimonónico con el actual. Hay que saberse muchos temarios, pero por descontado que se puede conseguir. Es simplemente cuestión de entrenamiento".
Lo subrayaba la interventora de la Administración Local, Victoria Eugenia Olivares, quien recordaba que ahora mismo se esperan "convocatorias regulares" de plazas para los próximos años (principalmente debido a esa alta tasa de jubilación). Además, el Estado está "revisando los corsés tan rígidos" para acceder a los cuerpos donde más cuesta cubrir las plazas. "Es un momento idóneo", terciaba Alejandro Gómez Haro (inspector de seguros) especialmente en esos cuerpos de funcionarios "menos conocidos", como el suyo, que es lo que "abre muchas posibilidades" de éxito.
"Antes había 15 plazas" para cubrir, rememoraba por su parte Javier López Jerez, interventor de la Seguridad Social. "Aprobábamos más de las plazas que había". Lo decía para resaltar la cantidad de plazas por cubrir, lo que reduce la competitividad entre opositores y refleja que, al final, es más sencillo entrar en la Administración. "El enemigo no es tu compañero", como hace 20 años, sino "el temario; una vez lo dominas, sueles aprobar". Además, este camino tiene una recompensa final muy clara: una remuneración media de entre 42 y 60 mil euros /año (entre los niveles A2 y A1, respectivamente), desgranó López Jerez. "No veo que empezando en el sector privado hablemos de estas cifras...".
El empleo público aporta una calidad de vida "que no tiene comparación en la empresa privada" en los primeros años, abundaba Carlos Segarra Duro, actual alumno de Inspección de Hacienda en el CEF.-. "Y el hecho de no sacar la plaza no te hace perder, pues la formación que obtienes es muy amplia y está muy bien valorada en la empresa privada". Ahora bien, ¿es buena idea ponerse a estudiar entre 2 y 4 años más tras 5 de carrera? ¿Cómo hacerlo? ¿Y dónde?
Método CEF.-: integral y personalizado
Aunque parezca una decisión "muy dura" y requiere esfuerzo y dedicación el "beneficio neto es muy grande", insistía Segarra Duro. Eso sí, para afrontarlo hay que tenerlo "muy claro", y no elegir esta opción como la última porque "no me queda otra". El actual opositor recomendó a los alumnos reunirse con funcionarios en activo, como hizo él, para saber por dónde ir. "Ambos me dieron la misma recomendación: CEF.-". Según trasladó el propio alumno, se trata de una preparación "absolutamente personalizada". Y animó a aquellos que se embarquen a seguir las pautas de sus preparadores, "pero si puedes hacer más, mejor".
Uno de esos preparadores, Pedro González, desvelaba una de las claves del sistema del CEF.-, ya que, como mercantil que son, el beneficio económico pasa "inexorablemente por los resultados académicos". Es decir: "Lo que queremos es echaros cuanto antes", bromeando con sus aprobados. La preparación debe, pues, integral y adaptada a lo que se pide a los estudiantes. "Hay que entrenar el sistema, ese es el método: saber cómo te van a exigir el día de mañana que te sepas los temas".
Por tanto, una metodología "integral" es fundamental, pero también contar con preparadores especializados ("es una valor añadido", decía Olivares), y que colaboren "estrechamente" y estén "pendientes de los alumnos". Así actúan en el CEF.-, defendía la interventora de la Administración Local, incluso en su formato telepresencial: "Siempre tendréis una respuesta inmediata".
Así, con una metodología integral y muchas plazas por cubrir, cuerpos como el de Inspección de Seguros, (algo "marginados", según Gómez Haro, siguen bajo el gran paraguas de oferta laboral del Estado. Y son una gran oportunidad: "Os sorprenderías del ratio de plazas que hay", insistía González. Y además no son incompatibles con la empresa privada. "Conforme va pasando la oposición vas viendo que no es un imposible. Prácticamente la mayoría de los que entran son del CEF.-", aportaba Gómez Haro.
En suma, los ponentes transmitían que preparar la oposición es factible. Es duro, y requiere de convencimiento y de un sacrificio grande (que el entorno social y familiar debe aceptar y acompañar), pero se pueden "matar dos perdices de un tiro", expresaba el jefe de Oposiciones del CEF.-. "Si aprobáis ya tenéis la primera perdiz, pero si no, no podéis creer la formación que tendréis". Un auténtico "tesoro" para el sector privado. Y aunque se aspira a ganar dinero, la vocación de servicio público debe ser todo aliciente para alcanzar esa meta: 37,5 horas laborales y casi 3.000 euros con veintipocos años. "Quien intente romantizar la oposición o no la ha hecho o te quiere vender la moto. Es muy dura", remataba Segarra Duro, "pero fracasar no es suspender, sino dejar de intentarlo".