Ángela de las Heras resalta el "acompañamiento" al opositor con discapacidad para una función pública diversa
La coordinadora general del Área de Oposiciones del CEF.- Centro de Estudios Financieros, Ángela de las Heras, acudía recientemente a la segunda edición de la jornada 'La diversidad en la función pública', organizada por la Fundación ONCE en Madrid. Acompañada por responsables de otros centros de formación superior, De las Heras ponía en valor algunos de los aprendizajes que el centro preparador ha cosechado ayudando a sus alumnos con discapacidad a acceder a su puesto en la Administración.
Por Alberto Orellana
Y es que, como consensuaron todos los ponentes, en el trato con estos alumnos específicos es donde se aprende a adaptar tanto la oferta como el apoyo que necesitan. El año pasado, recordaba, acompañó a ese mismo evento a una ponente con discapacidad: tenía la enfermedad de Crohn. Algo menos evidente, pues "al final vemos lo que vemos", pero quiso aprovechar para recordar su importancia: "Fijaos cómo lo vive alguien sin un problema aparente, con lo que supone...".
En su opinión es ahí donde "te das cuenta" del trabajo que haces con estos alumnos. Porque "no es sólo el poner rampas o adaptar el temario, sino dar un acompañamiento", decía. Algo que es importante para todos, "pero quizás para estas personas mucho más". Recordando los muchos momentos vividos en la integración del alumnado con discapacidad entre las instancias para oposiciones, la coordinadora del CEF.- rememoraba cómo en los años 80 y 90 "no había reservas, sino una cuota para discapacitados".
Es decir, el acceso para estas personas estaba reducido a "un porcentaje", que "dependía de qué número de plazas se ofertaban" para saber si había o no turno para discapacitados. "Si no, se presentaban como todos por el acceso general, con las limitaciones que tenían pero sin aparentemente ninguna ventaja -por esa condición-".
También reseñaba un caso de un alumno que, presentándose a la antigua Inspección de Finanzas (hoy Hacienda: Inspectores de Hacienda, Interventores del Estado, Inspectores de Seguros...) veía cómo tan pronto una materia la quitaban, luego la ponían... "Andábamos ahí con la consolidación, la vuelta...". En la preparación de aquella oposición (unos tres o cuatro años, matizaba la coordinadora) tenía que acudir al aula de una forma especial, pues su silla de ruedas no cabía en el ascensor: "Lo cogíamos entre tres o cuatro personas para llevarlo a clase", decía De las Heras. Y, a pesar de ello, entraba a clase "con una confianza total".
Aprendizaje constante
Por todas sus vivencias, la coordinadora insistía en que han ido aprendiendo como centro formador con cada alumno, conociendo sus necesidades. Por ejemplo, para empezar a poner rampas de acceso. "No había normativa, pero se puso; era necesario", recalcaba De las Heras. E igual con el temario. Al llegar los alumnos con discapacidades visuales se empezó a adaptar el formato. "Lo hacíamos tal como nos indicaba la ONCE: usábamos letra más grande, se lo mandábamos a traducir al braille... íbamos así, sin normativa, aprendiendo en función de lo que veíamos que otros vivían y necesitaban".
Así, aprendiendo a medida que llegaba cada caso concreto, se iba fraguando también esa necesaria labor de sensibilización en materia de discapacidad y accesibilidad. Y así es como aprendían todos, tanto los formadores "como los propios compañeros", apuntaba De las Heras, que son también "muy importantes".
Además, la coordinadora de oposiciones del CEF.- señalaba otros aspectos que se iban modificando en esa necesaria tarea de integración, como el campus virtual. Para ello también acudieron a la ONCE, para poder adaptarlo a las necesidades de toda la diversidad de alumnos que entran en él, o en su página web. Y también se han apoyado en la fundación para otras iniciativas recientes, como "hacer audios de los temarios, algo que creemos que puede ayudar bastante", remarcaba De las Heras, o la mejora en el acceso al nuevo centro preparador en la calle Ponzano 15 (con acceso por José Abascal). Ponía así en especial estima el trabajo de orientación de la asociación: "Necesitamos siempre vuestra ayuda para saber si necesita algo más".
Preguntada por las oposiciones para instancias con discapacidad intelectual, la coordinadora recordó también que son las de los niveles C1 y C2 las accesibles a este perfil. Y animó a otros a presentarse, pues ella misma conoce casos, algunos muy cercanos, de trabajadores con discapacidad que lo han logrado. Justo en la edición del año pasado, abundaba, acudieron dos personas con discapacidad intelectual que habían aprobado y ahora trabajan en un centro de salud y en la Agencia Tributaria, respectivamente. De las Heras decía: "De verdad que nadie contaba su trabajo como ellos. No se trabajaba sin ellos. Te das cuenta de la importancia que tienen -estas personas- y luego creemos que tienen que estar al margen... "